viernes, 5 de enero de 2024

Lección 6 “Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí”.







Comentario:

Esto empieza a explicar por qué estoy disgustado realmente. Nunca estoy disgustado por la razón que creo, estoy disgustado porque veo algo que no está ahí. (De nuevo el Libro de Ejercicios construye su caso pieza a pieza, no nos dice simplemente lo que estamos viendo, sólo que es algo que no está ahí. Si eres curioso échale una mirada rápida a la siguiente lección). No podemos ni siquiera imaginar cuánto de lo que vemos, cosas que pensamos que son “reales” y “hechos”, realmente son cosas que no están ahí. El argumento que se está construyendo aquí es que todo nuestro disgusto procede de cosas que no están ahí. Sólo lo que Dios crea es real, y nada de lo que Él crea es doloroso, y si éstos son hechos, la idea de hoy tiene que ser verdad. Así que cuando me siento disgustado, puedo decirme a mí mismo: “Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí”.

Se nos pide recordar “las dos instrucciones mencionadas en la lección anterior”. Puesto que estas dos instrucciones se repiten de nuevo, está claro que son importantes, así que pensemos en ellas un poco. La primera de ellas:

“No hay disgustos pequeños. Todos perturban mi paz mental por igual”.

Me doy cuenta de que tengo que recordarme esto a mí mismo un montón de veces. Es tan fácil pasar por alto lo que a mí me parecen disgustos pequeños, y dejarlos sin solucionar. Una ira muy violenta contra alguien que me traiciona y me roba el trabajo no es mayor que lo que yo pienso que es una pequeña molestia por un servicio lento en un restaurante. Ambos tienen el poder de perturbar mi paz mental. Si mi meta es una mente en paz, tengo que aprender a tratar con todos mis disgustos como de igual importancia, tengo que aprender a “reconocer lo que es lo mismo y lo que es diferente”.

“No puedo conservar esta forma de disgusto y al mismo tiempo desprenderme de las demás. Para los efectos de estos ejercicios, pues, las consideraré a todas como si fuesen iguales”.

Al menos durante los períodos de práctica, necesitamos considerar a todos los disgustos como iguales, y aplicar la lección a todos ellos. Si continúo sin aplicar la lección a los disgustos “menores” o a un disgusto que me parece justificado, no dejaré que estos disgustos desaparezcan. Me estaré aferrando al principio detrás de todos ellos. Sería como decir que vas a perder peso eliminando el azúcar y la grasa de tus comidas pero tomando dos kilos de helado cada noche. El Curso insiste en que seamos minuciosos y totales en nuestras prácticas.

“Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí”.

Lo que me molesta está dentro de mí, no fuera. No hay nada fuera de mí. Lo que creo que veo es meramente una proyección de un pensamiento en mi mente, y este pensamiento de separación de Dios, tampoco está allí. Mis percepciones son de ilusiones, las proyecciones de pensamientos que son en sí mismas ilusiones. ¿Qué otra cosa puede hacer una ilusión que no sean más ilusiones?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lección 365 Tu llegada al hogar es segura.

  Te entrego este instante santo. Sé Tú Quien dirige, pues quiero únicamente seguirte, seguro de que Tu dirección me brindará paz. Y si nece...