jueves, 14 de marzo de 2024

Lección 75 "La luz ha llegado".






1. La luz ha llegado. Te has curado y puedes curar. La luz ha llegado. Te has salvado y puedes salvar. Estás en paz y llevas la paz contigo dondequiera que vas. Las tinieblas, el conflicto y la muerte han desaparecido. La luz ha llegado.

2. Hoy celebramos el feliz desenlace de tu largo sueño de desastres. Ya no habrá más sueños tenebrosos. La luz ha llegado. Hoy comienza la era de la luz para ti y para todos los demás. Es una nueva era, de la que ha nacido un mundo nuevo. Y cuando el viejo pasó de largo, no dejó rastro alguno sobre el nuevo. Hoy vemos un mundo diferente porque la luz ha llegado.

3. Nuestros ejercicios de hoy serán ejercicios felices, pues en ellos daremos gracias por la desaparición de lo viejo y el comienzo de lo nuevo. Ya no quedan sombras del pasado que puedan nublar nuestra vista y ocultar el mundo que el perdón nos ofrece. Hoy aceptaremos el nuevo mundo como lo que deseamos ver. Lo que anhelamos se nos concederá. Nuestra voluntad es ver la luz; la luz ha llegado.

4. Dedicaremos nuestras sesiones de práctica más largas a ver el mundo que el perdón nos muestra. Eso, y sólo eso, es lo que queremos ver. Nuestro único propósito hace que la consecución de nuestro objetivo sea inevitable. Hoy el mundo real se alza jubiloso ante nosotros para que por fin lo podamos ver. Se nos concede la visión ahora que la luz ha llegado.

5. No queremos ver hoy sobre el mundo la sombra del ego. Vemos la luz y en ella vemos el reflejo del Cielo extenderse por todo el mundo. Comienza las sesiones de práctica más largas dándote a ti mismo las buenas nuevas de tu liberación:

La luz ha llegado. He perdonado al mundo.

6. No te entretengas hoy en el pasado. Mantén tu mente completamente receptiva, libre de todas las ideas del pasado y de todo concepto que hayas inventado. Hoy has perdonado al mundo. Puedes contemplarlo ahora como si nunca antes lo hubieses visto. Todavía no sabes qué aspecto tiene. Simplemente estás esperando a que se te muestre. Mientras esperas, repite varias veces lentamente y con absoluta paciencia:

La luz ha llegado. He perdonado al mundo.

7. Date cuenta de que tu perdón te hace acreedor a la visión. Entiende que el Espíritu Santo jamás deja de darles el don de la visión a los que perdonan. Confía en que Él no dejará de dártelo a ti ahora. Has perdonado al mundo. El Espíritu Santo estará contigo mientras observas y esperas. Él te mostrará lo que la verdadera visión ve. Ésa es Su Voluntad y tú te has unido a Él. Espéralo pacientemente. Él estará allí. 10La luz ha llegado. Has perdonado al mundo.

8. Dile que sabes que no puedes fracasar en tu empeño porque confías en Él. Y dite a ti mismo que esperas lleno de certeza poder contemplar el mundo que Él te ha prometido. De ahora en adelante verás de otra manera. La luz ha llegado hoy. Y verás el mundo que se te ha prometido desde los orígenes del tiempo, en el cual el fin del tiempo está garantizado.

9. Las sesiones de práctica más cortas serán asimismo jubilosos recordatorios de tu emancipación. Recuérdate a ti mismo cada cuarto de hora aproximadamente que hoy es un día de una celebración especial. Da gracias por la misericordia y el Amor de Dios. Regocíjate de que el perdón tenga el poder de sanar completamente tu vista. Confía en que este día será un nuevo comienzo. Sin las tinieblas del pasado sobre tus ojos, hoy no podrás sino ver. y tu acogida a lo que veas será tal que felizmente extenderás el día de hoy para siempre.

10. Di entonces:

La luz ha llegado. He perdonado al mundo.

Si te asaltase la tentación, dile a quienquiera que parezca estarte llevando nuevamente a las tinieblas:

La luz ha llegado. Te he perdonado.

11. Dedicamos este día a la serenidad en la que Dios quiere que estés. Mantenla en la conciencia que tienes de ti mismo y contémplala en todas partes hoy, según celebramos el comienzo de tu visión y del panorama que ofrece el mundo real, el cual ha venido a reemplazar al mundo que no habías perdonado y que pensabas era real.








Propósito:
Dejar a un lado tus percepciones sin perdón del mundo y contemplarlo con la visión. Hoy es un día de celebración especial, pues será un nuevo comienzo: “el comienzo de tu visión y del panorama que ofrece el mundo real”

Respuesta a la tentación:
Siempre que te sientas tentado a disgustarte con alguien. No dejes que esta persona te arrastre a la obscuridad. En su lugar dile: “La luz ha llegado. Te he perdonado”.

Comentario:
En esta lección, como en otras, el Curso habla de mí como si yo hubiese aceptado su mensaje y hubiese perdonado al mundo, como si este mismo día yo estuviese preparado para ver el mundo real, como si hubiese alcanzado su meta de paz. Quizá hoy no me siento merecedor de esa confianza. Sin embargo, si lo que hemos estado leyendo los dos últimos días es verdad, cualquier idea que yo tenga de que mi voluntad es diferente de la de Dios es sólo una ilusión. Mi verdadero Ser, del que yo soy consciente en mi mente recta, es exactamente tal como esta lección lo describe. Esta lección es la verdad acerca de mí mismo, lo haya reconocido o no.

Si siento que soy hipócrita al practicar esta lección tal como se indica, no importa. Si aparecen dudas acerca de mí cuando digo: “He perdonado al mundo”, dejo que las dudas se queden ahí, no les doy el poder de molestarme. Simplemente estoy afirmando la verdad acerca de mí mismo. Hoy estoy en paz y llevo la paz conmigo dondequiera que yo voy. “La luz ha llegado”. Me permito a mí mismo creerlo, dejo que entre este conocimiento en mi mente.

Sea cual sea mi experiencia hoy, esta lección es verdad. No puedo oponerme a lo que está dentro de mí, no puedo ser algo distinto a lo que Dios me creó. “El desenlace final es tan inevitable como Dios”. “Nuestro único propósito hace que la consecución de nuestro objetivo sea inevitable”. Veré el mundo real, veré el reflejo del Cielo por todas partes.

¿Siento que me falta seguridad en las palabras de la lección de hoy? Por eso precisamente necesito repetirlas. Quizá si estoy dispuesto a decirlas, a afirmar que esto es lo que quiero ser, el Espíritu Santo añadirá Su poder a mis palabras y las haga verdad para mí. Quizá incluso hoy. “La luz ha llegado”. Está aquí, ahora mismo, junto a mí, disponible para mí.

“El Espíritu Santo estará contigo mientras observas y esperas. Él te mostrará lo que la verdadera visión ve. Ésa es Su Voluntad y tú te has unido a Él. Espéralo pacientemente. Él estará allí”. Así que espero. Espero “con paciencia” y no con ansiedad. Puede que lleve tiempo mostrarse, pero espero con paciencia, con confianza, sabiendo que Su promesa no puede fallar. La visión que busco vendrá a mí. “Él estará allí”.

Se nos dice “Dile que sabes que no puedes fracasar en tu empeño porque confías en Él”. Así que lo digo, rezo: ”Espíritu Santo, sé que no puedo fracasar porque confío en Ti”. Afirmo mi confianza en mi Ser, afirmo la verdad acerca de mí, y dejo a un lado las mentiras que he creído. Puedo tener confianza en que este día es un nuevo comienzo para mí. Algo ha cambiado dentro de mí, y sé que quiero la paz y la luz de las que habla esta lección. Sé que puesto que las quiero, debido a lo que soy, y debido a que estoy unido al poder del Espíritu Santo en quererlo y de acuerdo a la Voluntad de Dios, no puedo fracasar.

El día de hoy está dedicado a la serenidad. Hoy está dedicado a la celebración del comienzo de mi visión. Me acepto a mí mismo tal como Dios me creó. “La luz ha llegado”.



















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