miércoles, 3 de enero de 2024

Lección 4. "Estos pensamientos no significan nada".




Estos pensamientos no significan nada. Son como las cosas que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar].




Jesús nos está ayudando a darnos cuenta de que no sólo lo que vemos no tiene sentido, sino también nuestros pensamientos sobre lo que vemos no tienen sentido. En lecciones posteriores explica que nuestros pensamientos no son diferentes de lo que percibimos. El interior y el exterior son uno y lo mismo.

1. Estos ejercicios, a diferencia de los anteriores, no comienzan con la idea de hoy. Da comienzo a estas sesiones de práctica observando los pensamientos que crucen tu mente durante un minuto más o menos. Luego aplícales la idea. Si ya eres consciente de pensamientos que no te hacen feliz, úsalos como sujetos para la idea. No selecciones, no obstante, sólo los pensamientos que a tu parecer son "malos”. Si te acostumbras a observar tus pensamientos, descubrirás que éstos representan una mezcla tal, que, en cierto sentido, a ninguno de ellos puede calificársele de "bueno" o de "malo". Por eso es por lo que no significan nada.

Tanto nuestra percepción como nuestro pensamiento son variables. Lo que es variable no es inmutable, por definición, y si no es inmutable, no puede ser de Dios. Esta afirmación refleja una de las premisas básicas en las que se basa la lógica de Un Curso de Milagros. Cualquier cosa de Dios debe compartir sus atributos. Si no lo hace, no puede ser de Él y por lo tanto debe ser irreal o ilusoria. Así, si hay algo que cambia, no puede ser de los Sin-ángeles, y por lo tanto no existe y debe ser inherentemente sin sentido, habiéndose separado de lo que sólo tiene sentido. Al prestar atención a nuestros pensamientos, por lo tanto, veremos su aleatoriedad, variabilidad y naturaleza fugaz, todo lo cual atestigua su falta de sentido. Como variable, por lo tanto, deben ser del ego, el cual siempre está relacionado con el cambio, debido a que su origen es el cambio original del que no tiene nada que ver con el que no tiene nada que ver con el cambio.
Estas lecciones tempranas, con sus ejercicios engañosamente simples, nos señalan gradual y suavemente el reconocimiento de su verdad a medida que las aplicamos a nuestra vida diaria.

2. Al seleccionar los sujetos para la aplicación de la idea de hoy, se requiere la acostumbrada especificidad. No temas usar pensamientos "buenos" ni "malos". Ninguno de ellos constituye tus pensamientos reales, los cuales se encuentran ocultos tras ellos. Los "buenos" no son sino sombras de lo que está más allá, y las sombras dificultan la visión. Los "malos" son obstáculos para la visión, y, por lo tanto, te impiden ver. No te interesan ni unos ni otros.

Nuestros verdaderos pensamientos son el amor o la unidad, que debe ser inespecífica, la definición del término abstracto de Un Curso De Milagros. Estos pensamientos abstractos están cubiertos por el mundo de los detalles del ego. Lo que queremos es la verdad, no una sombra o un bloque. Como buenos platonistas, queremos el Bien que yace más allá del concepto de Bien. El bien y el mal son conceptos, y como se nos enseña cerca del final del texto:

El conceto del yo ha sido siempre la gran preocupación del mundo. Y cada individuo  cree que tiene que encontrar la solución al enigma de lo que él es. La salvación se puede considerar como el escape de todos los conceptos. No se ocupa en absoluto del contenido de la mente, sino del simple hecho de que ésta piensa. (T-31.V.14:3-4).

En el mejor de los casos, nuestros pensamientos correctos (los "buenos") son las correcciones para nuestros pensamientos equivocados (los "malos"), pero al final su especificidad también debe desaparecer en el Amor abstracto o no específico de nuestra Fuente.

3.Éste es un ejercicio importante, y se repetirá de vez en cuando de forma ligeramente distinta. Nuestra meta es entrenarte en los primeros pasos hacia el objetivo de poder separar lo que no tiene significado de lo que sí lo tiene. Representa el primer esfuerzo en el objetivo a largo plazo de aprender a ver que lo que carece de significado se encuentra fuera de ti, y lo significativo dentro. Es también el comienzo del entrenamiento que le permitirá a tu mente distinguir entre lo que es lo mismo y lo que es diferente. 

Este es un pensamiento embarazado--el sin sentido está afuera, porque lo que está afuera es irreal. El "significado interior" son los pensamientos del Espíritu Santo en nuestras mentes. Todo lo que percibimos fuera y creemos es real sirve al propósito del ego, que es mantenernos pensando que lo que no tiene sentido es cierto. Todo esto se convierte entonces en una tapadera para lo verdaderamente significativo. El Espíritu Santo, sin embargo, nos enseña a ver que lo que está afuera en el mundo sirve para el propósito de enseñarnos que no hay mundo. Ahí radica su significado. Los objetos no son significativos en sí mismos, pero el propósito del Espíritu Santo provee su significado. Todo lo que se ve sin Él no tiene sentido.

El ego nos hace valorar lo que hay en el mundo para que creamos en la realidad del sistema de pensamiento de separación que el mundo refleja. El Espíritu Santo nos hace percibir lo que hay en el mundo para que finalmente nos demos cuenta de que no hay mundo. Así, "lo que es lo mismo" es todo dentro del sistema de pensamiento del ego, y todo dentro del sistema de pensamiento del Espíritu Santo: La culpa es culpa, independientemente de su forma; el amor es amor, independientemente de su forma. Pero estos dos sistemas difieren entre sí, porque el sistema de pensamiento del ego nos arraiga más en el infierno, mientras que el del Espíritu Santo nos lleva a casa. Así aprendemos la igualdad inherente de todos los pensamientos dentro de los dos sistemas de pensamiento, y la diferencia intrínseca entre estos dos.

4. Al usar tus pensamientos como sujetos para la aplicación de la idea de hoy, identifica cada uno de ellos por la figura o acontecimiento central que contenga. Por ejemplo:

Este pensamiento acerca de _______ no significa nada. Es como las cosas que veo en esta habitación, (en esta calle, etc.].

Nótese este énfasis temprano -para que se repita en todo momento- sobre la necesidad de ser específicos en nuestra aplicación de la idea del día. Sin esta aplicación, los ejercicios no tienen sentido para nosotros.

5. Puedes aplicar la idea asimismo a cualquier pensamiento en particular que reconozcas que es perjudicial. Esta práctica es útil, pero no sustituye al procedimiento de selección más al azar que debe seguirse al llevar a cabo los ejercicios. En cualquier caso, no examines tu mente por más de un minuto. Aún no tienes suficiente experiencia como para poder evitar la tendencia a preocuparte innecesariamente.

Esto es parte del propósito de Jesús al hacernos sentir humildes. Todavía no sabemos la diferencia entre lo que es dañino y lo que es inofensivo. Esto es similar a la instrucción que nos dio en el texto de que no conocemos la diferencia entre el dolor y la alegría (T-7.X), y el encarcelamiento y la libertad (T-8.II). Así que nos preocupamos inútilmente de perseguir lo que nos hará daño, en lugar de aprender lo que por sí solo nos traerá paz y alegría.

6. Además, puesto que estos ejercicios son los primeros de su índole, tal vez te resulte especialmente difícil suspender todo juicio en conexión, con tus pensamientos. No repitas los ejercicios más de tres o cuatro veces al día. Volveremos a ellos más adelante.

Jesús no quiere que te sientas culpable porque no puedes hacer los ejercicios, pero sí quiere que seas consciente de que tienes problemas para hacerlos. Implícita en eso está la siguiente declaración: "Estoy teniendo problemas para hacerlos porque no quiero renunciar a mi creencia, no sólo de que los objetos de mi vida son significativos, como lo son mis pensamientos, sino también de que soy significativo. Yo, como individuo, soy un ser especial y significativo". Por eso estas lecciones son "particularmente difíciles".

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